Hace un tiempo una amiga me preguntó por qué estaba oponiéndome a compartir mis proyectos de manera pública recientemente.
Durante mi vida, le he puesto demasiado peso a lo que las personas piensan de mí. Esto nunca ha servido a mi favor. Me ha detenido de hacer muchas cosas que quería, o me ha hecho trabajar en las cosas incorrectas.
He tenido grandes metas, y las he compartido. No porque quisiera algún tipo de compromiso público, sino porque he buscado validación. Quiero que la gente crea que yo soy tan grande como las cosas que me propongo.
La mayoría de las veces se ha quedado ahí. En hablar y en soñar. Y no resulta nada concreto ni tangible.
En su TED Talk Keep your goals to yourself (Mantén las metas para ti mismo), Derek Sivers habla sobre cómo el acto de contarle a alguien tus metas tiende a que sea menos probable que las cumplas. En resumen: cuando le cuentas a alguien tus metas, obtienes cierta satisfacción —parte de la que hubieras obtenido si realmente hubieras actuado— y la mente confunde estas señales, pensando que el hablar es igual que el hacer.
Así que he decidido dejar de hablar sobre las cosas que hago. Si tengo un proyecto, no quiero hablar del proyecto. Quiero tomar acciones, en vez de hablar sobre las acciones que voy a tomar.
No me importa a hablar sobre el resultado de mis acciones. Porque eso significa que hice algo.
Ahora, si el resultado del proyecto lleva a una conversación, estoy dispuesto a hablar sobre eso. Si alguien me menciona algo que escribí, o si me hablan sobre un episodio del podcast, o me mencionan The Listing, estoy feliz de hablar sobre el tema. Porque no soy yo hablando de mis metas. Es mi trabajo hablando por si solo.
De lo contrario, prefiero mantenerme callado y dejar que lo que hago traiga la conversación a la mesa.
Pero a veces si hay que hablar de las metas, y una recomendación es hablar de ellas de una manera que no te dé satisfacción. Para mí, esto se traduce a hablar del proceso, en vez de la meta.
Si quiero correr una maratón, no lo voy a mencionar.
Voy a hablar de que tengo que entrenar 5 veces a la semana. Si voy a perder 20 libras, no hablaré sobre lo genial que me sentiré cuando tenga 20 libras menos; voy a hablar de cómo estoy comiendo menos y más saludable, y de las cosas que ya no voy a poder comer.
Hay una diferencia en esto. En los procesos no encontramos la misma satisfacción que encontramos en la meta, y los procesos son los que involucran el trabajo. No puedes ignorar el esfuerzo que tienes que tomar cuando hablas de la parte “no sexy” de tus metas.
🛠️ En qué estoy trabajando
Aquí no tengo muchas actualizaciones. Sigo trabajando en lo que mencioné la semana pasada, y estoy enfocado en lograr que esto salga este mes. Estoy posponiendo otros proyectos que tengo en mente porque siento que este es el que más progreso me dará (o al menos me sentiré menos estancado).
📚 Algo para leer
Hoy comparto algo diferente. En vez de un libro, tengo este hilo de Naval Ravikant sobre cómo hacerte rico sin ser suertudo. Es uno de los que vuelvo a leer una y otra vez cuando siento que estoy yéndome por otros caminos que aparentan ser “más fáciles”:
https://twitter.com/naval/status/1002103360646823936
Twitter y Substack tienen una guerra, así que ahora mismo no pueden ver el tweet desde aquí. Maravilloso.
📫 Algo para compartir
Este hilo de Twitter de Danny Postman es puro oro. Habla sobre su estrategia de crear productos con demanda integrada a través de SEO:
https://twitter.com/dannypostmaa/status/1646368426246680579?s=20 (mismo problema con los embeds…)
Danny es un “indiepreneur”: emprendedores que crean compañías con pocos fondos, mantienen los costos bajos y maximizan las ganancias (suelen ser “compañías de uno”, donde ellos manejan todo por si solos). Lo llevo siguiendo por varios meses, y me encanta su trabajo en el espacio de inteligencia artificial.
Este en un hilo que tomaré como referencia a la hora de construir nuevos productos.