Tan bueno que no te pueden ignorar
Lecciones que aprendí del libro "So Good They Can't Ignore You", de Cal Newport
Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.
— Confucio
Odio esta frase.
Lo siento por Confucio, pero elegir lo que te gusta no es la clave. Yo elegí programación. Me encanta, y hasta lo considero un hobby además de una carrera. Aun así, hay días donde detesto lo que tengo que hacer.
Yo amo desarrollar software, pero me ha tocado trabajar en proyectos que me han hecho odiar mi profesión. De igual manera, me han tocado oportunidades donde me siento afortunado de hacer lo que hago, donde puedo decir “me gusta lo que hago”. Con los años he aprendido que no es lo que haces, es cómo lo haces. Ciertas condiciones se tienen que cumplir para que un trabajo sea “genial”:
Debe tener cierta autonomía, tanto en la forma de resolver problemas como en las condiciones para hacer el trabajo (tiempo y lugar).
Existen oportunidades para desarrollar y dominar habilidades ya existentes, y también oportunidades de desarrollar nuevas capacidades.
Posee un propósito mayor que cualquier individuo, y causa un impacto positivo al mundo.
Estas ideas las aprendí por primera vez leyendo Drive de Daniel Pink, y llevo muchos años usándola como mi brújula profesional. Pero me hacía falta algo: tenía el objetivo de lo que quería de mi carrera, pero no el cómo obtenerlo.
Y ahí es donde entra el libro So Good They Can't Ignore You de Cal Newport.
Es un libro sobre cómo obtener una carrera y un trabajo que ames. Y de cómo tener habilidades—y no pasión—te pueden llevar hasta ahí.
Cal Newport rechaza la idea de seguir tu pasión, y nos da una estructura de cómo podemos alcanzar un trabajo que realmente nos guste, no basándose en nuestras expectativas de lo que nos apasiona, sino en el control que tenemos en lo que hacemos y nuestra misión como profesionales.
Estas son las lecciones más importantes que aprendí de este libro:
No sigas tu pasión
La idea de “si sigues tu pasión encontrarás tu trabajo ideal” es una mentira.
¿Qué nos asegura que podemos hacer una carrera de nuestras pasiones? Muchas de nuestras pasiones no hacen carreras viables. ¿Cuántos artistas no hay pasando hambre?
Cuando era adolescente, lo que me gustaba era escribir. Específicamente, me gustaba escribir historias cortas de fantasía, y poemas. Cuando estaba llegando el momento de elegir una carrera, por un momento pensé debería estudiar algo relacionado con la escritura, porque eso era lo que me “apasionaba”.
En vez de eso, decidí estudiar ingeniería.
¿Por qué?
Me di cuenta de que la probabilidad de ser un escritor exitoso era mucho menor que la de ser un ingeniero exitoso. Igual podía seguir escribiendo en mi tiempo libre mientras encontraba sustento de otras formas que no fueran mi “pasión”.
Las pasiones son caprichosas.
Vuélvete bueno en algo
En vez de buscar un trabajo que nos apasione, tenemos que buscar un trabajo donde tengamos la oportunidad de adquirir habilidades raras y valiosas que nos destaquen del resto. Estas habilidades se vuelven tu capital de carrera.
Ese capital de carrera son los chips de póker que traes a la mesa del mercado laboral. Te dan acceso a niveles más altos y prestigiosos, y puedes apalancarte en ellas para hacer jugadas más grandes.
Cuando adquieres suficiente capital de carrera, te vuelves tan bueno que no te pueden ignorar.
Y esa es la clave de encontrar un trabajo que realmente te guste.
Piensa como un artesano
La mentalidad de artesano se enfoca en producir, en lo que puedes ofrecer. Es un enfoque interno, de mejorar tus habilidades y ser el mejor en lo que sea que te estás dedicando. Un artesano se enfoca en entregarle al mundo el mejor producto posible.
En contraste, existe la mentalidad de pasión. Te enfocas en la deuda que te tiene el mundo: estás apasionado en algo y, por tanto, tu pasión debe ser recompensada. Pero nadie te debe una gran carrera. Tienes que ganártela—y el proceso no es fácil.
Cuando estoy buscando empleo, y estoy explicando por qué quiero ese trabajo, no hablo sobre por qué quiero esa posición. Me enfoco en lo que puedo ofrecerle al negocio. Porque todo el mundo quiere lo mismo, pero lo que puedo ofrecer es único.
La mentalidad de pasión se enfoca en lo que el mundo te puede ofrecer.
La mentalidad de artesano se enfoca en lo que puedes ofrecer al mundo.
Dar vs. recibir. Por eso mi enfoque ahora es siempre en dar, dar y dar.
Obtén control
Lo más importante en lo que puedes invertir tu capital de carrera es en control.
El control es lo que hace que un trabajo sea genial.
Control sobre lo que haces.
Control sobre cómo lo haces.
Control sobre cuándo lo haces.
Cuando admiramos a personas con “grandes” trabajos, usualmente lo que admiramos es la autonomía que tienen. De trabajar en áreas interesantes y hacerlo a un ritmo que es apropiado para ellos. Trabajar remoto es un ejemplo sobre tener más control, porque puedes elegir dónde trabajar.
Pero hay que tener cuidado al intercambiar el capital de carrera por control.
Más control es beneficioso para ti, pero no para tu empleador. Tu empleador hará lo posible por restringir tu acumulación de control, con “trampas”: más dinero, posiciones más prestigiosas. ¿Y detrás? Más responsabilidad, y menos control.
También puede ser que intentes cambiar el capital muy pronto. Cuando aparezca una oportunidad con el potencial de introducir más control en nuestra vida laboral, tenemos que ver si es financieramente viable. Si es un proyecto aparte de tu trabajo, ¿tienes personas dispuestas a pagarte por él? Si es pedir trabajar remoto un día a la semana, ¿puedes asegurar que mantendrás la misma productividad (o aún más)? Es importante obtener señales positivas antes de tomar cambios drásticos.
Hay que ser conservadores a la hora de intercambiar nuestro capital de carrera, y esperar a las oportunidades correctas. Nuestro capital de carrera genera interés, y ese interés es compuesto.
Encuentra tu misión
El otro bien valioso que puedes adquirir con tu capital de carrera es una misión. Las misiones son los que nos dan propósito, y como mencioné anteriormente, un propósito con el que estemos alineados es una de las claves para hacer que un trabajo nos encante.
Pero para adquirir una buena misión, una misión que sea llamativa, alineada con lo que haces, y que tenga un impacto tangible en tu área, necesitas capital de carrera. Solo por tener muchas ganas de organizar tu carrera en torno a una misión, no significa que puedes hacerlo fácilmente. Las misiones no se regalan; se ganan.
Con tu capital de carrera puedes obtener mayor visibilidad al espacio de problemas existentes en tu área. Las grandes ideas en un campo se esconden en el “adyacente posible”, un espacio que existe al borde del conocimiento existente, que contiene nuevas posibilidades utilizando ideas ya conocidas.
Ser innovador se trata de expandir los bordes tu campo hacia el adyacente posible.
Esto hará que surjan nuevos problemas por resolver. Y estarás a la vanguardia de tu campo.
Todo esto requiere que tengas suficiente entendimiento sobre las posibilidades e ideas existentes, para ver al mundo con ojos informados.
Y de esa manera te volverás tan bueno que las buenas ideas no te podrán eludir.
Leer este libro me ha hecho cambiar mi forma de operar. Ahora mi enfoque está en desarrollar habilidades raras y valiosas que me hagan más atractivo a los tipos de trabajo que me interesan, integrando ejercicios que me hagan sentir que estoy verdaderamente progresando, que no solo estoy a un nivel aceptable.
Si alguna vez has sentido ganas de soltar tu carrera para “perseguir lo que me apasiona”, te recomiendo este libro. Y te darás cuenta de que trabajar bien es mejor que buscar el trabajo perfecto.