Este blog ha sido uno de mis más grandes fracasos.
Hay problemas en la vida que sabemos fácilmente cómo resolverlos, pero no lo hacemos. ¿Estás en sobrepeso? Come menos. Come mejor. Haz más ejercicio. ¿Te sientes ansioso todo el tiempo? Meditar 10 minutos al día. ¿Te duele algo en el cuerpo? Ve al médico. ¿Quieres evadir caries? Usa hilo dental cuando te cepilles los dientes. ¿Quieres tener un blog exitoso? Escribe mucho, consistentemente.
Pero no lo hacemos. ¿Por qué no lo hacemos?
Porque es difícil.
Es difícil ser consistente. Es difícil hacer algo todos los días, en especial cuando sabes que es bueno para ti. Yo sé que escribir es bueno para mí, y lo hago con cierta frecuencia. Mantengo un diario, al que llamo mi “Bitácora”. Me sirve para navegar mis días, poder ver por dónde he pasado, y planificar hacia dónde voy. Pero lo que escribo en mi bitácora es personal, y aunque estoy escribiendo, no estoy aprovechando los beneficios de sacar mi trabajo al público.
¿Por qué no publico más?
Puedo dar docenas de excusas. Que el contenido no es lo suficientemente bueno. Que comencé a escribir de cosas que realmente no me interesan. No quiero escribir guías de cómo usar herramientas (lo siento por las personas que querían ver cómo usaba Todoist con Notion). Tampoco quiero escribir reseñas de libros. No quiero ser un wannabe gurú de productividad. Si se dan cuenta, todas estas excusas han sido sobre cosas que no quiero hacer. Me enfoqué en las cosas que no quería de mi blog, me sentí atrapado y por eso paré. Es más fácil parar que intentar cambiar, o luchar contra la corriente.
O tal vez estaba pensando demasiado. Pensar demasiado ha sido un ancla en mi progreso, porque le doy demasiadas vueltas a las cosas. Incluso mientras estoy escribiendo esto, siento las dudas burbujeando a la superficie.
¿Realmente voy a publicar esto? ¡No estoy diciendo nada!
¿Quién va a querer leer una rabieta sobre cómo no puedes escribir un blog que nadie lee?
Probablemente no deberías publicar esto.
Probablemente no debería. Pero lo hice. ¿Por qué?
Porque estoy enojado conmigo, y con haber fallado. Estoy cansado de haber fallado con crear contenido consistentemente por más de una década. Llevo queriendo mantener un blog desde que estaba en bachillerato. Primero fue un blog para que la gente pudiera leer las historias que publicaba. Luego un blog sobre superación personal. Después otro blog sobre aprender a programar. Y otro blog de superación personal. Y aquí estamos, en este blog donde realmente no entendía lo que quería hacer, pero rápidamente supe lo que no quería. Y el hecho de darme cuenta que constantemente he hecho cosas que no quiero, me ha dado tanta rabia que escribí esta diatriba hacia mí mismo. Un momento de enojo donde digo “ya basta”, y hago un cambio radical. Mi momento harajuku, se podría decir.
Entonces, ¿qué es lo que quiero de este blog?
Quiero explorar ideas.
Quiero retar mis creencias y opiniones. Quiero formar puntos de vista. Quiero tener fuertes opiniones, pero la voluntad de admitir que estaba equivocado si encuentro argumentos convincentes en mi contra. Quiero estar equivocado, y quiero fallar. Porque eso significa que estoy aprendiendo, y lo más interesante que tengo que ofrecer ahora mismo no es conocimiento: es mi voluntad de aprender y ser mejor cada día.
Quiero depurar mi programación.
Para los que no saben que es depurar software (la supuesta traducción del término debugging, el cual considero mil veces mejor), es el hecho de revisar código para encontrar esos errores que siempre existen en un pedazo de software. Siempre hay errores, porque el código siempre cambia. Y siempre hay que verificarlo y corregirlo y mejorarlo, y a veces tomar rutas extrañas para encontrar exactamente lo que está pasando mal. Creo que nosotros somos iguales: tenemos que estar en constante reflexión porque si duramos mucho con pequeños errores en nuestro sistema, llegamos a estar en estados de gran desarreglo. He estado en esos estados. No es bonito.
Depurar nuestra programación. Al escribirlo, y pensarlo, e internalizarlo, todo esto se siente bien. Se siente como encontrar la pieza correcta de un rompecabezas, con la satisfacción cuando entra perfectamente en ese lugar vacío que llevabas tanto tiempo sin llenar.
No revisaré este texto, y probablemente no lo haga con los siguientes artículos que publique en el blog. Estoy entrando en una etapa donde simplemente quiero sacar cosas. No le daré promoción a nada de lo que escriba por el momento, así que lector, no sé cómo encontraste este artículo, pero bienvenido/a. Estoy abierto a críticas, y si son negativas, pues bienvenidas también. Ya estoy cansado del hit de dopamina que me llega cuando alguien me dice lo mucho que le gustó mi artículo, para luego no volver a publicar nada el resto del año.
Quiero ser consistente. Si la calidad tiene que sufrir por eso, que sufra. Mi calidad vendrá en mi cantidad. No necesito un artículo perfecto. Necesito escribir mil artículos malos. Y luego vemos qué pasa.
Vamos a comenzar a depurar.